16 noviembre, 2009

Santusa



Santusa nació hace 29 años en Cuyuni, Comunidad Campesina del Distrito de Ccatcca, en la Provincia de Quispicanchi; cuando se necesitaba todo un día de viaje y mucha suerte para que algún funcionario de salud viniera desde el Cusco a investigar porqué es que se morían tantas mujeres durante sus partos. Santusa jamás aprendió español porque tampoco fue a la escuela; ella habla la lengua de los hombres, el Runa Simi, que suena nasal y empalagoso en la voz de sus dos pequeños hijos. ¡Cuánto daría yo por hablar la lengua de Santusa!; pero apenas entiendo palabras sueltas en esa maraña sin fin de frases apretadas y enérgicas.

Sus dos hijos, varón y mujer, están desnutridos; pero no hay forma de entender lo que eso significa cuando la enfermera del Centro de Salud se lo repite por enésima vez, porque todos los niños de Cuyuni de la edad de ellos son más pequeños y menos listos que sus hijos. A 4000 metros sobre el nivel del mar donde sólo se puede criar unas docenas de ovejas esmirriadas y sucias, se cosechan unas papas amargas que sirven sólo para el chuño; y con el Apu Ausangate soplando cruelmente su aliento helado sobre los rostros quemados de los niños, no es difícil entender que aquí de lo que se trata es de sobrevivir.

Hace un par de años, cuando por fin la interoceánica unió a Cuyuni con Ccatcca, Santusa fue elegida como Promotora de Salud en reemplazo de su esposo, que se fue a trabajar a la Mina y ya casi no se le ve. Ella escucha curiosa el quechua de Gina, la obstetriz del Centro de Salud, pero entiende bien que su deber ahora es asegurarse que las mujeres embarazadas de su comunidad puedan quedarse en el Mama Wasi y que sus partos sean atendidos allí precisamente por la obstetriz, con respeto, con cariño, y sobre todo de cuclillas; como a ellas les gusta, como debe ser porque es más fisiológico y simple, porque así han parido desde siempre.

Hoy, ya sin muertes de mujeres embarazadas, Gina se ha convencido que salud no se trata de atender las enfermedades, sino de la transformación de la vida de las personas. Ha convencido al Presidente de la Comunidad Campesina y a los otros Promotores de Salud que ahora trabajan con ella, que deberían planear un futuro diferente, que es urgente un cambio, que el desarrollo de Cuyuni depende del ejercicio de una libertad que hasta ahora, todo el resto de peruanos les habíamos negado y que por eso, se requiere de más esfuerzo.

Han elaborado algunos planes de trabajo que han tenido éxito; el primero fue para desparasitar a todos sus niños y lo terminaron en un mes; el segundo fue para instalar un pequeño taller textil y confeccionar chullos y chalinas de lana de oveja, teñidos naturalmente, y es que como redujeron las muertes maternas se han convertido es un centro de pasantías al cual vienen trabajadores de salud y funcionarios de todos lados; el tercero fue para construir un mirador hacia el profundo valle del Ausangate, y es que se pudo aprovechar la construcción de la interoceánica para pedirles aquello a CONIRSA, el consorcio constructor, instalando además su taller textil allí mismo y recibiendo apoyo para capacitar a algunos comuneros en alta cocina. El Presidente de la Comunidad nos dice que ahora es el Gerente de la Comunidad.

Hoy día Cuyuni no tiene muertes maternas, tiene un mirador-restaurante-taller textil que atiende a los trabajadores y funcionarios de salud de todo el mundo y a los pasajeros y turistas que transitan entre Perú y Brasil. Hoy día Santusa expone a otros promotores y personal de salud en su lengua materna y con traductora, cómo hicieron para reducir las muertes y transformar su comunidad.

Santusa, con sus polleras multicolores y su montera negra y roja, en su lengua materna y con la sonrisa siempre dispuesta, es una mujer de un valor incalculable. “Mientras la boca habla, las manos trabajan”, nos dice Santusa en quechua para expresar la voluntad de trabajo de la mujer andina. Mi respeto, admiración y estima para alguien que nos demostró que lo extraordinario sí es posible.

Acerca de mí

Mi foto
Soy un médico graduado de Cayetano Heredia con entrenamiento en Salud Pública, descentralización, gestión pública, calidad de servicios de salud, y cambio comunitario. Tengo 10 años de trabajo en el primer nivel de atención del sector salud y Atención Primaria de Salud; primero, en el MINSA y en los últimos 7 años, en algunos Proyectos de mejora de la gestión de los servicios de salud en el primer nivel de atención y de Supervivencia Materno-infantil.